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domingo, 15 de abril de 2012

CICLARAMANGA: El movimiento de la bicicleta

CICLARAMANGA: El movimiento de la bicicleta: Este espacio, por ahora virtual, sueña con abrirse un espacio en la realidad. Un espacio donde la bicicleta tenga un papel práctico y de uso...

viernes, 6 de abril de 2012

¿Puede un científico creer en Dios?

"Deberíamos comenzar por comprender lo que es la Ciencia. Expresado en la forma más sencilla, es la actividad mediante la cual el hombre comprende y domina mejor a la Naturaleza. El científico observa y experimenta. Inventa teorías y las somete a prueba para descartar luego las que no coinciden con los hechos observables, y trabaja para mejorar las buenas.

La Ciencia es muy eficaz para responder a las preguntas: ¿Cómo esta hecho esto? ¿Cómo podemos aprender a utilizarlo? ¿Cómo se fecunda una célula? ¿Qué hace volar un aeroplano? ¿A qué distancia están las estrellas? Pero si uno se pregunta 'por qué' suceden las cosas como lo hacen, la Ciencia permanece muda. Supongo que todo hombre de Ciencia conoce la ley de Newton que nos explica 'cómo' obra la gravedad, pero ninguno tiene la más vaga idea de la razón de que la gravedad obre así precisamente.

Además, si bien la Ciencia está tratando siempre de analizar cómo obran las cosas, los animales y las personas, no se preocupa por averiguar qué proceder es bueno y cuál es malo. Estas cuestiones se las deja a la filosofía, la ética, la Teología... Pienso que en la actualidad Dios se revela continuamente al hombre, pero no por medio de 'milagros'. Cada nuevo descubrimiento de la Ciencia es una revelacion mas del orden que Dios ha dado a su Universo. Dios cobra dignidad y poder por medio de las manifestaciones de su razón y de su orden, mejor que con cualquier muestra de una caprichosa voluntad. Puesto que yo como hombre de Ciencia, creo en Dios, debo al lector mi respuesta a dos preguntas: ¿Cómo casa mi fe con mi respeto por la Ciencia y mi confianza en ella? ¿Y cuál es el Dios en que creo?Respondere ante todo a la primera. Si bien la Ciencia es una actividad totalmente humana (pues comete errores), creo que el cientifico tiene una verdadera ventaja en todo esfuerzo por concebir a Dios y creer en Él. ¿Por qué? Por estar especialmente capacitado para ver lo invisible y creer en lo esencialmente indefinible.

Por ejemplo, el cientifico moderno lleva simultaneamente en su mente dos conjuntos de ideas acerca del Mundo. El mas simple se relaciona con los objetos vistos en grande: el lector, yo, mesas, sillas, rocas, montañas. En cuanto a todo esto, el científico tiene, como cualquiera otra persona, ideas prácticas y corrientes tocantez a su solidez, situación, realidad.Pero cuando el científico se obliga a ceñir su pensamiento al nivel de lo fundamental, entra en juego un nuevo y abstracto conjunto de ideas. Una mesa vista con los instrumentos de precisión del físico atómico, es un conjunto giratorio e impreciso de cargas electricas vagas y fugaces. Vista así, la mesa pierde por completo la ilusión de solidez que le da la visión em masa.Ahora bien, ningun hombre de Ciencia ha visto jamas un electrón. 'Electrón' es simplemente el nombre que damos a una coherente serie de cosas que ocurren en determinadas circunstancias.

Durante cierto tiempo los físicos creyeron que el electrón era una partícula. Luego comprendieron que constituye un movimiento ondulatorio. Hoy piensan de los electrones que son a la vez partículas y ondas, o bien unas u otras. Sin embargo, no hay nada que les parezca mas 'real'.Todo esto puede parecer ridiculo. Pero así como hay diversas y complejas ideas acerca del electrón (a veces es una cosa, otras veces es otra; no es posible verlo ni localizarlo con exactitud), así también hay varias ideas en lo que a Dios se refiere. Tampoco Él puede ser visto, creo, ni localizado con precisión.En cuanto a la segunda pregunta: en el plano emotivo, mi relación con Dios es algo fundamentalmente personal.

Cuando estoy perturbado o temeroso, cuando me siento hondamente preocupado por los seres queridos, cuando escucho las alabanzas que se remontan a los mejores recuerdos de mi infancia, entonces Dios es para mí un Dios que me consuela directamente, un padre que me protege. Y cuando estoy tratando de resolver en mi fuero íntimo un problema relativo al bien y al mal, entonces Dios es una voz clara e inequivoca, una fuente infalible de orientación moral. No puedo recordar un solo caso en mi vida en que, habiendo preguntado de qué forma estaría yo procediendo bien, no haya recibido la respuesta.Como el hombre que sabe que una mesa, mirada en la forma usual y diaria, es un objeto sólido y de fiar, pero que, para un físico atómico, es algo mucho más vago y complejo que eso, no me asombra ni me conturba que mi habitual relación emotiva con Dios sea muy diferente de la idea que tengo de Él en el plano intelectual. En este tengo un concepto muy abstracto de Dios. Este Dios es más grande y más misterioso que cualquier combinación de palabras que pueda yo emplear para tratar de definirlo.Pero los conceptos realmente profundos de la Ciencia son tambien completamente abstractos.

Cuando el geómetra define un 'punto', todo lo que puede decir es que es un objeto ideal inextenso. He aqui, ciertamente, una idea extraña y esencialmente misteriosa. ¿Es entonces de maravillar que cuando tratamos de explicar con palabras a Dios, cuyas dimensiones exceden a toda nuestra capacidad descriptiva, nos veamos tambien obligados a usar una terminología vaga? Si se le pudiera definir con unos cuantos adjetivos, ya no sería Dios.Para mí, Dios es la gran inteligencia misteriosa que ha creado el infinito detalle y las vastas dimensiones del Universo, incluye los supremos misterios constituidos por el hombre y por el humano intelecto. Él es quien ha demostrado que la verdad, la fe y el amor nos dan la solución a todos los problemas.Y a pesar de tan vastas funciones, Dios tiene la inconcebible capacidad de preocuparse individualmente de cada uno de nosotros. Nos deja en libertad para forjar nuestro destino personal. Se han necesitado millones de años para traernos a nuestra condición actual, y es posible que falten largos, largusimos periodos para que alcancemos toda nuestra posible grandeza. Pero nos ha dotado de ls posibilidades de alcanzarla. El plan divino, que es aveces dificil de discernir, y el humano impulso a elevarnos, que a veces obra lentamente, son los grandes dones que Dios nos ha otorgado.

Estas dos concepciones de Dios: la personalísima y emotiva y la general y abstracta, ¿son compatibles? ¿Puedo sostener ambas a la vez?El caso es que nunca necesito mantener ambas al mismo tiempo. Son ideas complementarias, de la misma manera que la Ciencia ha juzgado necesario ajustar conceptos complementarios: un electrón es una 'partícula' cuando el físico necesita considerarlo como tal, y una 'onda' cuando este resulta un concepto más adecuado. La Ciencia no persigue ya la coherencia fundamental, porque es inalcanzable. Lo importante es: ¿se obtienen resultados útiles? ¿Llenan el fin que se persigue? La fe en Dios satisface tan plenamente esta prubea como la Ciencia.

En la Iglesia cantamos: 'Gloria a Dios en las alturas'. No tenemos por qué abrigar duda alguna en cuanto a tales palabras. Reconociendo todo su mérito a la Ciencia, que ha abierto la vastedad del espacio y del Universo que hay más allá, Dios es aún lo mas alto."

Warren Weaver